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La educación en seguridad personal, un tema cada vez más actual.
Numerosos institutos nacionales de investigación revelan en sus encuestas un sentimiento creciente de inseguridad y preocupación en la opinión pública: la gente a menudo tiene miedo .
Los resultados de la investigación dicen que los italianos se sienten menos seguros ante la amenaza de crimen,especialmente los que viven en el norte rico, mientras que la seguridad percibida crece, poco, entre los que viven en el centro y, más decididamente, en el sur (con la excepción de las principales ciudades) y en las islas, donde a veces las preocupaciones sobre el medio ambiente y desempleo.
Esto también se puede ver en la creciente demanda de permisos de posesión de armas de fuego que, enmascarado por el tiro deportivo, en realidad oculta la percepción de que la normativa actual ya no responde a las necesidades actuales y que, por tanto, las medidas de seguridad que brindan los aparatos adecuados ( y seguridad) ya no son adecuadas y suficientes para garantizar la seguridad frente a ciertos tipos de delitos.
Aunque en parte puede ser cierto este tema abre un debate muy polémico con ideas diametralmente opuestas que hasta que se encuentren con una divergencia no desarrollarán algo concreto.
Ahora, en los últimos años, la atención de los medios de comunicación y los periódicos a la inmigración fuerte, la presencia de bandas de Europa oriental, el terrorismo islámico, los romaníes, etc. ha aumentado la percepción de inseguridad en los ciudadanos, incluso si las estadísticas no hablan de un aumento real de los crímenes.
Entonces, ¿cuánto está realmente justificado el crecimiento de la alarma social?
Al leer algunas estadísticas (y enfatizo algunas), no parecería haber una correlación directa entre estos temores con el aumento real de los niveles de delincuencia en los últimos años.
La petición ciudadana de seguridad
Sin embargo, la demanda de seguridad se siente fuertemente, aunque con diferencias, por todos los grupos sociales, lo que representa un problema real.
Para hacer frente a la presencia, real o presunta, del delito, las personas suelen adoptar una serie de conductas preventivas en forma de renuncia y actitudes de sospecha continua y de prevención conducida a excesos que pueden afectar la calidad de vida y limitar la participación social.
Por otro lado, la oferta de seguridad, hecha por sujetos institucionales, a menudo se clasifica de manera decepcionante, con juicios negativos especialmente en lo que respecta a la política y la justicia (ver también los indultos recientes y la escasez de sanciones a menudo descontadas). y que rodean a personas acostumbradas a los delitos y a cometer delitos).
Existe una demanda prácticamente unánime de programas de prevención social, ante la sustancial inexistencia de una política en este ámbito.
Basta ver algunos ejemplos de ocupación ilegal de viviendas por parte de particulares donde uno prácticamente se queda solo con el proceso burocrático de justicia donde pasan años antes de poder recuperar la posesión de su vivienda.
Un ciudadano que paga impuestos si protesta se retira y si tiene un problema real de este tipo, nadie se mueve, estamos en una falta total de civilización en este tema así como un mal ejemplo para toda la sociedad.
Las orientaciones represivas
Por otro lado, el modelo italiano, también por razones históricas, casi siempre ha centrado todo en orientaciones represivas.
A lo largo de los años, quizás las tácticas de represión hayan cambiado, ha habido modernización, mejora en la eficiencia de ciertos sectores (pero solo en algunos).
Pero, en esencia, la respuesta al crimen siempre ha sido post-facto, socavada además por el habitual y bien conocido despilfarro, dispersión y superposición de funciones, medios y recursos.
A pesar de ello, no faltaron los éxitos, especialmente contra el crimen organizado, y una relativa estabilización en el número de delitos.
Sin embargo, especialmente en lo que respecta a la delincuencia generalizada (o delitos menores), el modelo represivo no ha logrado crear una barrera creíble, fallando así en el objetivo de tranquilizar a los ciudadanos bloqueando la alarma social.
Un modelo renovado de oferta de seguridad debe apuntar a potenciar la responsabilidad individual, favoreciendo la adquisición de conductas que operen, de hecho, como prevención del delito, desarrollando formas de seguridad “calibradas y equilibradas” en sus necesidades específicas.
¿Qué significa la educación sobre seguridad personal?
La educación en seguridad personal es como cualquier forma de educación destinada a mejorar la calidad de vida y la armonía con mi entorno.
Hay educación cívica, educación vial, educación hacia el prójimo: educación no es educación.
Este último se trata de enseñar conceptos y técnicas, mientras que la educación se trata de orientar, formar y armonizar.
Es un proceso de conciencia que dura tanto como la vida misma.
Lo que quiero enfatizar fuertemente es que la educación en seguridad es cualquier cosa menos el intento de inculcar una cosmovisión paranoica; de hecho, la educación en seguridad consiste en en saber cómo hacer las cosas correctas en el momento correcto y en el lugar correcto .
Ps. Es importante estar al tanto de lo que sucede a nuestro alrededor sin correr el riesgo de ser sorprendidos y abrumados. Lo que no esperas te golpea.
La educación en seguridad, por tanto, consiste en crear conciencia, en acostumbrarse desde temprana edad a reconocer el peligro antes de que se convierta en tal, a saber qué pasa y por qué ocurre, en la creencia de que saber y saber ser son la mejor respuesta al caos.
Como cualquier otro proyecto educativo, la educación en seguridad descansa sobre algunos pilares fundamentales:
- Tu vida y bienestar y el de los demás están antes que cualquier otra consideración.
- Sea siempre cortés, nunca cuestione al otro, sin humillarse delante de nadie.
- Aprenda a estar “automáticamente” atento al entorno que lo rodea. Recuerda dónde estás y aprende a usar todos tus sentidos.
- Desarrolle y cultive su capacidad para observar y comprender ante quién se encuentra.
- Sea cual sea tu edad, sea cual sea tu trabajo, seas hombre o mujer, cuida tu cuerpo y tu forma física.
- Desarrolle y mejore siempre su capacidad de improvisación.
- Mira dentro de ti: tu carácter, tus hábitos, tus reacciones emocionales y descubre dónde puedes mejorar.
- Aprende las habilidades manuales y mentales necesarias si tienes que defenderte, estudiar artes marciales, deportes de combate, defensa personal.
¡No deje nada al azar cuando se trata de seguridad personal!
¡La autodefensa no es un juego!
¡Estén atentos!
Street Fight Mentality & Fight Sport!
Andrea