Poner el vaso de agua
El cuento que te voy a contar no tiene nada que ver directamente con las artes marciales, pero también sí.
Para hacer frente a los entrenamientos exigentes es necesario que su mente esté despejada de malos pensamientos y preocupaciones, su estado emocional debe estar en la cima!!.
Salir del trabajo y correr al gimnasio para entrenar es una realidad de muchos practicantes y si el Preocupaciones de la vida van a ser omnipresentes en otros aspectos que arriesgan no tener la fuerza de voluntad para afrontar cada día el entrenamiento necesario para poder evolucionar en su arte marcial.
Su capacidad para”desconectar”y centrarse en hacer algo más necesita mejorar si no desea encontrarse en una discontinuidad en su entrenamiento hasta que asista menos e incluso abandone la práctica de las artes marciales.
¡No quiero que hagas esto!
La vida cotidiana
La realidad es que puede haber muchas preocupaciones, especialmente cuando tienes más de 30 años y los compromisos de vida se consolidan como:
- Trabajo
- The Girlfriend
- Familia e hijos
- Diversas responsabilidades
- Etcétera.
¡Estos aspectos junto con esta sociedad cada vez más estresante y agitada pueden llevarte a perder tu “camino”!.
Es necesario que desarrolles además de corregir hábitos también un enfoque psicológico que te permita en los momentos importantes para ti estar enfocado y centrado en tu formación y por lo tanto tienes que hacer en un contexto diferente un enfoque similar a la historia que vas a leer.
Buena lectura:
Un psicólogo explicaba cómo manejar mejor el estrés. Cuando levantó un vaso de agua, todo el público imaginó que haría la pregunta habitual: “¿Vidrio medio lleno o medio vacío?”
Lo que él preguntó en su lugar fue: “¿Cuánto crees que pesa este vaso de agua?”
Las respuestas oscilaron entre 250 y 400 gramos.
“El peso absoluto no importa, – respondió el psicólogo – depende del tiempo durante el cual lo sostendré.
Si lo levanto por un minuto, no es un problema.
Si lo apoyo durante una hora, me dolerá el brazo.
Si lo levanto todo el día, mi brazo estará entumecido y paralizado.En cualquier caso, el peso del vidrio no cambia, pero cuanto más tiempo lo apoyo, más pesado se vuelve.
Y continuó: “Las tensiones y preocupaciones de la vida son como ese vaso de agua. Si lo piensas por un momento, no pasa nada. Piénsalo un poco más y están empezando a doler. Y si lo piensas todo el día, te sentirás paralizado e incapaz de hacer nada”.
Es importante recordar dejar de en día nuestras tensiones. Por la noche, tan pronto como sea posible, ponemos nuestras cargas. No los llevamos toda la noche y toda la noche.
Recordemos poner el vaso de agua!
Conclusiones
Cuando hayas terminado el entrenamiento llena el vaso con agua y, llénalo bien porque incluso entonces te sentirás mucho más ligero y con mucho menos preocupaciones después de haber hecho lo que te gusta y entrenado bien, frente al resto con otra energía.
Pero para hacer esto cuando vas al gimnasio no puedes correr cada 2 minutos para mirar el teléfono, porque esperas un correo electrónico, una llamada telefónica, un mensaje, y sales y llamas, piensas en el trabajo, la novia que no quiere que vaya al gimnasio, etc.
Pensar en otras cosas afecta tu entrenamiento porque una discontinuidad de concentración te lleva a desvincularte de lo que debe ser tu realidad de ese momento y es una actividad exigente.
Ps. Además de la falta de respeto por su maestro también se convierte en para su compañero de entrenamiento.
¡Estén atentos!
Street Fight Mentality & Fight Sport
Andrea